La diputada de Compromís reclama acciones para contrarrestar la eliminación de vuelos de bajo coste
La diputada de Compromís Mireia Mollà ha afirmado hoy que “es inadmisible que el Consell siga financiando un aeropuerto sin aviones como el de Castellón y no tome medidas para frenar la pérdida de pasajeros que está sufriendo el aeropuerto de L’Altet durante los últimos meses, una situación que está afectando gravemente la economía de las comarcas de Alicante”.
Mollà ha recordado que “el aeropuerto de Castellón ha costado en el último año más de 92.000 euros en luz, 30 millones en publicidad desde 2003, 100.000 euros mensuales en el control de la fauna y 382.000 euros al año en nómina por las siete personas que trabajan en Aerocas, más otras cifras que no llegamos a conocer porque el PP se niega a hacer público el dinero que nos cuesta este aeródromo a los ciudadanos del País Valencià”.
“Mientras el Gobierno de Alberto Fabra sigue alimentando esta inversión ruinosa, en cuanto que no ha generado ningún beneficio para los habitantes de Castellón y sólo supone un agujero de dinero público, el aeropuerto de L’Altet se enfrenta a una situación difícil ante la eliminación de los vuelos de bajo coste y la pérdida de un 12,4% de los pasajeros en los dos primeros meses del año”, ha explicado la diputada de Compromís.
En este sentido, Mireia Mollà ha exigido al Consell que “actúe de manera inmediata para frenar este descenso de los turistas en Alicante con medidas que potencien el aeropuerto de L’Altet y faciliten la llegada de nuevas compañías que sustituyan las rutas eliminadas”.
“El Consell tiene también la responsabilidad de pedir en el Gobierno central medidas de este tipo, como las que ya ha reivindicado el diputado de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví”, ha indicado la diputada de Les Corts, que ha añadido que “la Generalitat está al servicio de los intereses de los ciudadanos y no de los intereses del PP, por lo tanto, es vergonzoso que a Fabra y a la consellera de Turismo, Lola Johnson, les tiemble la mano a la hora de tocar puertas en Madrid y exigir estas inversiones pendientes”.